
Santo Domingo llega a la Colonia Centroamérica rodeado de los promesantes que año con año pagan sus promesas. Javiera Urbina
- Un 10 de agosto en la Colonia Centroamérica
Cada 10 de agosto la Colonia Centroamérica es el principal punto de encuentro en donde todos los devotos de Santo Domingo de Guzmán, se reúnen para bailarle, por última vez en el año hasta el próximo primero de agosto del año siguiente en que regresa “minguito” de la iglesia Las sierritas al centro de la capital.
Al son de los chinamos, cohetes, gritos de los feligreses y la presentación cultural del ballet folklórico Xolotlán, se vive el encuentro de los santos en donde el Santo Domingo de San Andrés de la Palanca mejor conocido como el Santo de abajo, despide a “minguito” quien continúa su recorrido hasta Las Sierritas
“;La tradición nunca cambia” afirma Mirla Leiva Mendoza quien habita en la Colonia Centroamérica desde hace 52 años, “esta siempre es la misma, el Santo de abajo viene primero hasta La Morita aquí el espera a “minguito” y baila uno frente al otro, lo único que ha cambiado es el lugar, por todas las reconstrucciones que se han hecho”.
Las promesas a Santo Domingo se mantinen. El cacique mayor de las fiestas de Santo Domingo Oscar Ruiz, siempre llega antes del santo de abajo, muy popular el cacique permite a muchos promesantes tomarse fotos o bailar junto a él, Ruiz es acompañado por una carrosa que lleva su propia música y un cordón de seguridad que lo protege para que pueda bailar tranquilo.

momento en que Oscar Ruiz el Cacique Mayor de las fiestas de Santo Domingo llega a La Morita. Javiera Urbina
“Ha habido cambios y problemas pero la tradición no se detiene”
Antes de los tres terremotos que hubo en la capital, el camino que tenía el Santo era por un cauce natural, que empezaba desde el auto Lote El Chele, luego por la antigua distribuidora Vicky, pasaba debajo de un puente situado en la Colonia Centroamérica a salir a La Hacienda La Morita, que actualmente es un barrio.
“Han surgido muchos cambios en esta colonia, debido al desarrollo de la ciudad, pero esto nunca ha detenido la festividad de Santo Domingo” dijo Luis Manuel Hidalgo hijo de Mirla Leiva Mendoza.
Luis Manuel Hidalgo afirmó que desde que tiene noción solo recuerda que durante el gobierno de Somoza, se intentó detener esta festividad debido a la lucha revolucionaria que se vivía en 1978 pero uno de los devotos más fervientes de Santo Domingo, Lizimaco Chávez tomó la decisión de robarse la estatuilla de “minguito” lo llevo a la iglesia de Santo Domingo y la tradición continuo.
Lizimaco Chavéz es también el fundador de la tradicional fiesta del Palo Lucio y la famosa “chicha de las 7 quebradas” dijo Hidalgo.
“Las promesas e historias son muchas”
María Camila Hidalgo Gutiérrez nieta de Mirla Leiva Mendoza comentó que ella le baila al santo desde que está en el vientre de su mamá, “yo siempre le bailo, ya sea el primero o el 10 de agosto, porque soy católica y creo en él, no hago esto por promesa sino, por amor”.
Al igual que María Camila Hidalgo Gutierrez son miles los feligreses que bailan al sato patrón de los managuas, ya sea por amor, o por pagar una promesa.
Lester González es un promesante que junto a su esposa y su hijo llegan todos los años el primero y el 10 de agosto a la Colonia Centroamérica, a pagar una promesa al santo por el milagro que le concedió, él fue baleado en la guerra que vivió Nicaragua en los años 80 y quedó imposibilitado de tener hijos pero le pidió a Santo Domingo que le hiciera el milagro de darle un hijo y se lo dio.
Entre las historias de los promesantes que llegan a la Colonia Centroamérica se encuentra la de Eveling Castillo, quien le baila al santo descalza cumpliendo la promesa de una petición que le hizo a “minguito” para que sane a su hija que es epiléptica.
En las calles de esta colonia se observan personas uniformadas con camisas que dicen la promesa que pagan o la parroquia a las que pertenecen, otros son promesantes y entre ellos hasta turistas que vienen a conocer las tradiciones de los nicaragüenses.
“Yo fui promesante desde muy pequeña, a mí y a mis hermanos mis padres nos traían a esta fiestas cuando el camino a Las Sierritas eran mamonales, mi papá se enfermó de azúcar y le iban a cortar un pie y un dedo pero yo le prometí a Santo Domingo que si me lo curaba le llevaría rosas y le bailaría todos los 4 de agosto en la iglesia de los escombros y me lo sano” dijo Melania Cruz una promesante muy creyente de “minguito” quien lo baila los primeros y 10 de agosto en su casa de habitación en la Colonia Centroamérica.
Luis Manuel Hidalgo Leiva también compartió que su bisabuela era promesante de Santo Domingo, quien iba a estas fiestas a pagar una promesa que siempre fue guardada como un secreto, porque jamás la compartió a la familia.
“Una tragedia, tras un festejo”
En estas fiestas también suceden tragedias tal fue el caso de un bebedor concetudinario que habitaba en el barrio La Morita, que falleció de manera instantánea luego de ser arrollado por un vehículo.
Ver también:
–Santo Domingo en la roza del camino
– La preparación de la vela del barco
– inicio de las fiestas patronales
– Santo Domingo: tradición de los Managua
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Santo Domingo: tradición característica de los Managua | Zona de Enlace
agosto 16, 2014 at 1:26 am[…] durante diez días, con distintas actividades como La roza del camino, La vela del barco, llegada y despedida del santo, dándole color y vida a estas alegres […]