La maternidad es un proceso que se ha puesto muy de moda en chavalas de entre 14 a 19 años de edad, y que por el temor a ser discriminadas, se privan de pedir información en los hospitales u organizaciones que trabajan con temas de salud sexual y reproductiva, lo que repercute que durante sus embarazos presentan complicaciones, pero: ¿qué pasa con aquellas mujeres mayores de 35 años que en su juventud no optaron por la idea de tener hijos o simplemente que intentaron, pero, que hasta en edades adultas pudieron concebir ese deseo? ¿Presentaran las mismas o mayores complicaciones que la adolecente?
Según, Camilo Uriel Bravía Quiroz ginecólogo obstetra del hospital Bertha Calderón, los embarazos después de los 35 años son de mucho riesgo y más cuando la futura madre es primeriza, pues, estas son edades extremas de la vida y es muy común que la madre desarrolle durante este, enfermedades crónicas degenerativas, preeclampsia, diabetes, sangrados, amenazas de abortos, partos prematuros o mal formaciones congénitas en el bebé, debido a que la salud física de la madre, se encuentra bastante desgastada en comparación a cuando tenía unos veinte.
Con un 45 por ciento las mujeres jóvenes son las que más se presentan a dar a luz al hospital, en cambio las mujeres adultas de treinta años, representan el 35 por ciento y las embarazadas mayores de 35 años, apenas un 20 por ciento, afirma Bravía Quiroz.
A las puertas de la muerte
Meciéndose lentamente en una silla abuelita de laurel, que elaboró su esposo en su taller de carpintería, Zenaida Esperanza Garrido originaria de la ciudad de El Viejo en el departamento de Chinandega, comenta que durante su último embarazo se vio muy grave y estuvo a las puertas de la muerte.
El embarazo fue algo inesperado, pues, yo quería quedarme solo con dos hijos (la parejita), y por eso opte por cancelarme, pero, nueve años después salí embarazada de mi última hija, era algo que nunca me esperé, pero, no había de otra y decidí tenerla.
En Nicaragua para en los años ochenta y noventa, era muy común que en los hospitales a las mujeres después de los partos para que no siguieran engendrando hijos, solo se les amarraran las trompas de Falopio y cuando estas no eran atadas correctamente, muchas de las féminas quedaran embarazadas nuevamente.
Durante el embarazo se me presentaron muchas complicaciones, una de ellas es que me detectaron diabetes o azúcar como comúnmente se le llama y a la hora del parto me tuvieron que inyectar dos sueros abortivos porque no tenía dolores y ya había rompido fuente, pero la niña no nacía y por eso los médicos decidieron que me harían cesaría, para que la niña no se asfixiara, pero, creo que por los mismos nervios de que me cortarían para sacar a la bebé, me comenzaron los dolores más fuertes y fue así como nació ella (esto último lo comenta y se ríe).
La nutrición papel importante en el embarazo
la nutrióloga Carmen Serdán comenta en su blogs: “La nutrición juega un papel muy importante y más en las mujeres mayores de 35 años, pues, una mujer embarazada necesita generalmente alrededor de 350 kilocalorías más de lo normal y cuando pasa al periodo de lactancia requiere aproximadamente 500 kilocalorías más”.
Durante el proceso del embarazo es muy importante que la futura madre se alimente sanamente, es importante que consuma muchas frutas y verduras, pues, estas contienen muchas vitaminas, además, debe de complementarla con el consumo de calcio, ácido fólico y hierro, para que el bebé llegue sano y sin malas formaciones.
Y cuando la mujer no es primeriza
¿Y qué pasa cuando la madre no es primeriza? ¿Cómo repercute en la economía de la familia?
Existen ventajas y desventajas en cuanto a si la madre no es primeriza, una ventaja podría ser que el parto sería más rápido, pues, está ya ha experimentado el proceso de labor y parto y el bebé no dilataría en llegar al mundo, pero, la desventaja es que la madre puede desarrollar problemas diabetes gestacional, problemas de la presión que originan la preeclampsia.
La mayoría de casos de embarazos en mujeres mayores de 35 años y más cuando no son primerizas, se dan en la zona rural, debido a que las mujeres tienen poco acceso a información de planificación familiar y también porque en esos sectores se sigue fomentando la idea machista de que la mujer es para estar en la casa y cuidar a los chavalos, y por ello, muchas féminas llegan a edades extremas de su vida y siguen teniendo hijos, tras hijos.
Estas mujeres de la zona rural también se enfrentan ante el poco acceso a hospitales, pues, carecen de transportes y la mayoría de estos centros de salud están ubicados en el centro de la ciudad o a muchos kilómetros de sus hogares y si se presentan los dolores de partos, muchas acuden donde parteras, las que pocas veces no poseen los conocimientos, practica y material adecuado para atender el parto y muchas se ven grave y algunas hasta mueren durante el proceso de parto.
En lo económico
Un nuevo embarazo en una mujer mayor de 35 años, vendría a desestabilizar la economía de la familia, pues, si se tiene uno o dos hijos, habría que aumentar otro gasto más en la lista, la madre y el padre ya no comprarían ropa, comida y útiles para cuatro, sino, seria para cinco personas.
Es importante que la mujer y su pareja planifiquen un embarazo y antes de este, analicen si puede mantener a este futuro hijo o no, también deben ponerse a pensar en los riesgos que puede correr ella y el bebé durante el periodo de su embarazo.
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