En 2036, la composición demográfica será diferente en Nicaragua, la población adulta que será una de las mayorías, enfrentará las deficiencias en el sistema de seguridad social, desigualdad de oportunidades y un nivel precario de desarrollo, indicadores relacionados a una credibilidad nula en el Estado para garantizar condiciones adecuadas de vida.
“Dentro de dos décadas los nicaragüenses podríamos tener una población adulta, sin perspectivas de vida y con un sistema productivo en ruina sino se aprovecha el bono demográfico”, afirma Darling Munguía, autora de la investigación: Bono demográfico, bono de género y carga tributaria.
Según el estudio, Nicaragua tiene una población joven, que promedia la edad entre los 19 y 29 años, compuesta de 51% mujeres y un 49% de hombres.

La población de Nicaragua envejecerá en dos décadas, las estadísticas actuales son claves para el desarrollo económico.
Harvin Meléndez, co- autor del estudio, dijo durante el programa Café con Voz, que el problema es que Nicaragua está en un sistema improductivo, augurado por la discriminación laboral entre hombres y mujeres, descomposición causada por trabajo mal remunerado y carga excesiva de impuestos a jóvenes inclinados en emprender negocios o proyectos.
Según el estudio, de los tres millones de Personas Económicamente Activas (PEA), sólo el 6% paga el Impuesto sobre la Renta (IR), Dato que segmenta al 94% del PEA en salarios debajo de 8,333 córdobas mensuales. Según la Ley tributaria son exentos del IR.
“Vos salís a la calle y mirás que la mayoría son jóvenes, entonces uno se pregunta, ¿dónde vamos a caber tantos muchachos que están saliendo de las universidades?” Esa es una de las inquietudes planteadas por Meléndez para predecir el futuro de los jóvenes, el grupo predominante en Nicaragua.
La investigación, es una de las actividades de la Alianza Nicaragüense por la Justicia Social , organizada en 6 departamentos del país.
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