La carrera de Comunicación Social se ha convertido en la opción de estudio de un sin número de adolescentes. Muchos sueñan con llegar a ser presentadores de revistas matutinas, cronistas deportivos, pero sobretodo, aparecer en televisión. Si estás en la “tele” sos cool o estás de “moda”. Lo que no saben es que la carrera exige mucha lectura. Leer lo más posible, no sólo acerca de periodismo, sino en general, debido a que constantemente se está escribiendo. No se puede hacer periodismo sin leer y eso es lo que muchos jóvenes desconocen.
La lectura siempre ha estado presente en nuestras vidas. Todos los días las personas leen algunas frases, oraciones extensas y algunas palabras inconscientemente, sin embargo, esas pequeñas lecturas no siempre son las que culturizan. En épocas anteriores esta acción era indispensable en el día a día, tanto niños como adultos disfrutaban de los libros como un parque de diversiones. En la actualidad el hábito se ha ido perdiendo en la nueva generación.
Cada libro leído aporta algo diferente. Por esta razón, se necesita abarcar conocimiento de distintas áreas. El rechazo a leer es evidente en algunos estudiantes de Comunicación. Algunos utilizan todo tipo de excusas que han dado paso a procrastinar la lectura. Un buen libro se torna un obstáculo en su camino, en otros casos una tortura.
Actualmente la tecnología ha venido de una forma u otra a reemplazar a los libros. La mayoría de los jóvenes optan por trabajos fáciles y deciden elegir la diversión en lugar de un libro. El internet fue inventado para ayudar y mejorar la vida de los seres humanos. A través de los años se fue deformando su uso. Los adolescentes prefieren utilizar la red para informaciones innecesarias.
Existe un mercado intenso de resúmenes por todos lados, que algunos escritores superficiales utilizan como negocio para los universitarios, en lugar de escribir libros interesantes y que gestionen un cambio de pensamiento. El ilustre escritor García Márquez afirma que, “Es este método de enseñanza y no tanto la televisión y los malos libros, es lo que está acabando con el hábito de la lectura”.
Ya que hablamos de resúmenes, debo confesar que también hice uso de ellos al inicio de la carrera. Soy comunicadora y al principio se me hizo difícil adaptarme a la idea de leer. Cada vez que un maestro asignaba un texto, para mí era un martirio. Empezaba un libro y no lo terminaba, sin embargo, me apasiona escribir y sin la lectura constante es imposible hacerlo. Mi solución fue alquilar un libro cada semana.
Ningún maestro puede obligar a leer, pero sí emplear nuevas estrategias que despierten el hábito de la lectura en los estudiantes. La lectura es fundamental en la vida de los comunicadores y los que están en camino a serlo. Además es un método que te transporta a culturas distintas, formando a un individuo lleno de habilidades y conocimientos.
Lo que debemos tener en cuenta e que nunca es tarde para cambiar para bien. Para aprender a desaprender y quitarnos las malas costumbres que solo nos hacen retroceder y no aportan nada especial ni bueno en nuestras vidas. Si no se logra motivar a los jóvenes, en un futuro no espera un periodismo mediocre.
1 Comment
Marling
julio 29, 2014 at 7:56 amMuy buena nota.. (y) a partir de hoy a alquilar un libro semanal 🙂