Los negocios de compra, venta e intercambio de libros usados no pagan impuestos, pese a que el monto de sus ventas por día es mil córdobas y en los meses de enero a mayo, en los que los libros son muy solicitados, la cantidad aumenta a 20, 000 córdobas, de los cuales el 20% representa su ganancia.
Además, estos negocios, cuyos propietarios se confiesan apasionados por los libros, generan oportunidad de trabajo a entre tres y cuatro personas por negocio. Asimismo, en la capital nicaragüense, se contabilizan aproximadamente tres centros de compra, venta e intercambio de libros nuevos y usados en cada mercado, de los cuales los más conocidos son los que están en el Mercado Roberto Huembes.
Entre los comerciantes de libros nuevos y usados, pueden encontrarse desde ingenieros industriales egresados de la Universidad Nacional de Ingeniería, UNI, hasta estudiantes universitarios que dividen su tiempo entre el trabajo y sus estudios.
“Gano más vendiendo libros”
Sentado sobre una silla de madera, en el interior de su negocio, Marvin Abarca Iglesias lee un libro sobre Ingeniería Industrial, el cual le recuerda los años que estudió en la Universidad Nacional de Ingenierías, UNI, de la cual egresó como ingeniero industrial, sin embargo, la falta de trabajo y de buenos salarios, lo impulsaron a no ejercer su profesión y a dedicarse a la venta y compra de libros usados.
¿Cómo surge la idea de crear un negocio de compra y venta de libros usados?
Mi esposa se dio cuenta que este tipo de negocios generaba ganancias, me propuso la idea, y yo acepté, porque para ese entonces no encontraba trabajo. Recuerdo que iniciamos el negocio con los libros de Ingeniería Industrial que utilicé durante mis estudios universitarios.
¿En cuál universidad estudió Ingeniería Industrial?
En la Universidad Nacional de Ingenierías, UNI.
¿Por cuánto tiempo buscó trabajo?
Por dos años.
En los clasificados que aparecen en los diarios de circulación nacional, hay empresas que buscan ingenieros industriales, ¿por qué no decide optar por una de esas ofertas?
Porque las empresas ofrecen salarios muy bajos, y gano más dinero vendiendo libros. Además, en este negocio yo soy el jefe y yo establezco mi horario.
“Entre librerías oficiales y negocios de libros usados el cliente escoge”
“No existe una rivalidad entre las librerías oficiales y los negocios de libros usados”, afirmó Marvin Abarca Iglesias, sin embargo, cada uno de estos grupos tiene clara su ventaja con respecto del otro, así lo evidencian los testimonios de ambas partes.
“En nuestros negocios los clientes tienen la ventaja de que pueden comprar los libros a precios bajos, y en buen estado. Además, con el dinero con el que en una librería oficial comprarían un libro aquí compran dos. Asimismo, en nuestros negocios el cliente puede encontrar libros muy viejos que no se encuentran en las librerías oficiales”, expresó Alejandro Saturdino Martínez, propietario de uno de los negocios de libros nuevos y usados que están en el mercado Roberto Huembes.
Por su parte, Carlos Rivera Cadenas, trabajador de la librería Hispamer, señaló que, “a diferencia de los negocios de libros usados, en las librerías como la nuestra el cliente goza de la seguridad de comprar un producto nuevo, que no se le va a dañar fácilmente. Además, en nuestras librerías el cliente tiene la ventaja de encontrar publicaciones actuales de su autor favorito. Sin embargo, entre las librerías oficiales y los negocios de libros usados, el cliente es el que escoge”.
Por otro lado, Xóchilt Rodríguez Ruíz, propietaria del único negocio de libros nuevos y usados que está en el mercado El Mayoreo, manifestó que, “entre las librerías oficiales y nuestros negocios existe una cordial relación. Por ejemplo, yo he recibido clientes que fueron recomendados por las librerías oficiales, asimismo, he tenido clientes que han venido a buscar libros que yo no tengo y quizás no puedo conseguir, entonces les recomiendo que vayan a las librerías como Hispamer, La San Jerónimo y la Gonper”.
Negocios de libros usados generan oportunidad de trabajo
Cada tramo de compra y venta de libros usados genera empleo a tres o cuatro personas, sin embargo, en las temporadas en las que los libros son muy solicitados los propietarios contratan a tres o cuatro personas más que se encarguen de atender al cliente y de limpiar los libros.
Un ejemplo de esas personas es Cristian Antonio Blandón, estudiante de Derecho en la Universidad Politécnica de Nicaragua, Upoli, quien labora para el negocio de Alejandro Saturdino Martínez desde hace más de un año.
Con relación a su trabajo, Cristian Antonio Blandón, manifestó que “trabajar en este negocio me ha beneficiado mucho, porque el salario que me pagan me permite costear mis gastos, y sobretodo este trabajo me permite tener acceso a los libros que en la universidad me mandan a leer”.
“No cambio mi negocio por nada”
Sentada sobre un taburete de madera en el interior de su negocio, Xóchilt Rodríguez Ruíz lee un libro de Paulo Coelho, su autor favorito, y cuyas obras la han convertido en una amante de la literatura y de los libros, tanto que estaría dispuesta a rechazar ofertas de trabajo con ingresos mayores que los de su negocio, solo por no abandonar su pasión por las obras literarias.
¿Por qué escogió ser vendedora de libros usados?
Porque me gusta leer y este oficio me permite estar cerca de los libros.
¿Por qué le apasiona la lectura?
Porque siento que entre más leo, más aprendo. Mi lema es “leer más y más, para saber más”.
¿Qué le han enseñado los libros?
Me han enseñado a educar a mis hijos, a atender a mis clientes, a expresarme bien y me han permitido fortalecer mi autoestima.
¿Quiénes son sus autores favoritos?
Paulo Coelho, Geoconda Belli, Sergio Ramírez y Mario Vargas Llosa.
¿Qué respondería si le ofrecen un trabajo con mayores ingresos que los de su negocio?
No cambio mi negocio por nada, porque los libros son mi vida.
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